Un pibe, de nombre Kyle Ryner, se encontró casi de casualidad con el último anillo de poder del Universo, transformándose así en el único y último Linterna Verde.
Por entonces, tenía una novia, que era esta:
Alexandra DeWitt mostrando lo que hay que tener para que un superhéroe te quiera.
Kyle y Alex pasaron unas semanas locas probando el anillo de poder. Kyle era ilustrador y diseñador, por lo que sacaba mucho partido del aparatito y hacía que las cosas fueran visualmente más divertidas que, digamos, un guante de box gigante. Claro que si tuvieras semejante arma en tus manos, ¿a quién se le ocurriría pasársela haciendo guantes de box gigantes, no? ¿No?
Ron Marz, el guionista de todas estas historias, pensó que a Kyle había que demostrarle que ser Linterna Verde no era un juego. Y lo hizo de la única manera en la que se suelen demostrar estas cosas en las historietas:
Ron Marz, el guionista de todas estas historias, pensó que a Kyle había que demostrarle que ser Linterna Verde no era un juego. Y lo hizo de la única manera en la que se suelen demostrar estas cosas en las historietas:
Descuartizó a su novia y la metió en una heladera.
Algunos años después, Gail Simone, que por entonces todavía no era una de las más famosas guionistas del "mainstream" superheróico, inventó una página web llamada "Mujeres en heladeras", que causó un gran revuelo en el mundillo, no por ser un concepto revolucionario, sino porque simplemente nunca nadie había dicho antes algo parecido. Que no es lo mismo.
Gail Simone dijo, básicamente, que estaba hasta los ovarios de que los guionistas utilizaran a las mujeres como punto de giro en las historias de los hombres, en motor de sus acciones, o en otras palabras, en un mísero MacGuffin. No tiene nada que ver, como interpretaron los mismos de siempre, con que las mujeres no deben sufrir en las historietas, o "¡Pero los hombres también sufren!", sino en que tanto hombres como mujeres deben tener motivaciones iguales para que sus historias avancen.
Ejemplos de "mujeres en heladeras" son...
Gail Simone dijo, básicamente, que estaba hasta los ovarios de que los guionistas utilizaran a las mujeres como punto de giro en las historias de los hombres, en motor de sus acciones, o en otras palabras, en un mísero MacGuffin. No tiene nada que ver, como interpretaron los mismos de siempre, con que las mujeres no deben sufrir en las historietas, o "¡Pero los hombres también sufren!", sino en que tanto hombres como mujeres deben tener motivaciones iguales para que sus historias avancen.
Ejemplos de "mujeres en heladeras" son...
Barbara Gordon con un disparo que le destruye la columna, siendo desnudada y fotografiada (¿y violada?) por el Joker, para argumentar un punto de vista, por Alan Moore.
Tora Olafsdotter (Ice), siendo asesinada por Mark Waid, después de que un día le preguntara a su editor: "¿A qué personaje puedo matar para hacer enojar a los lectores?"
Ambush Bug yendo de compras en Year None, por Keith Giffen.
Para demostrar que las cosas no han cambiado, en el último número de la nueva serie de Punisher, dos villanos locos torturan y asesinan a la esposa de un personaje secundario, para que revele el paradero de Frank Castle.
Ambush Bug yendo de compras en Year None, por Keith Giffen.
Para demostrar que las cosas no han cambiado, en el último número de la nueva serie de Punisher, dos villanos locos torturan y asesinan a la esposa de un personaje secundario, para que revele el paradero de Frank Castle.
Por eso, cuando me puse a leer la Hellblazer de Garth Ennis, y lo vi a John Constantine tan enamorado de una chica irlandesa, Kit, lo primero que pensé fue: "Ay... Kit, más vale que no me gustes mucho como personajes, porque esto no va a durar demasiado."
Kit es inteligente, divertida, tiene mucha personalidad, y hace que Constantine piense cosas como esta:
Kit es inteligente, divertida, tiene mucha personalidad, y hace que Constantine piense cosas como esta:
"Y que eres todo para mí"
Esto y ponerle una soga al cuello es más o menos lo mismo.
Esto y ponerle una soga al cuello es más o menos lo mismo.
No faltó mucho para que al primer villano de turno se le ocurriera la misma idea que a mí:
"Lenny Fischer me contó que anda enganchado con una perra irlandesa. Desde hace más de un año. Conseguime a un par de tipos. Y acábenla."
Yo sabía... yo sabía...
Yo sabía... yo sabía...
Mirá qué loco, Constantine enamorado por tanto tiempo! Decí que los dibujos de Dillon no me gustan, che, pero es reciente eso, está bueno?
ResponderEliminarSupongo que si hubiese muchas más super heroínas protagonizando series también habría un buen número de novios o maridos en heladeras, ¿no? Es como algo que les pasa a los personajes secundarios queribles e importantes para los protagonistas en general... snif.
Mmmno, no creo que el tema sea que la mayoría de los personajes sean masculinos tenga mucho que ver. Es más bien un tema de pereza mental guionística. En esta misma saga, Constantine pasa por un momento oscurísimo, abandonado por ahí totalmente en pedo durante meses y meses... y sin necesidad de matar a nadie. Y no sólo es perfectamente creíble, sino que uno puede sentirse identificado mucho mejor con él. Por lo menos, eso me pasó a mí. La mejor forma de entender cómo es un comic "fuera de la heladera", es leer la serie escrita por la propia Simone, "Secret Six", donde tanto hombres y mujeres viven y sufren por igual, y encima es divertidísima.
ResponderEliminarEnnis escribió un montonazo de números de Hellblazer. Buscalos, porque están buenísimos.
Y a mí Dillon si me gusta mucho.
No creo que lo de la pereza mental sea excluyente de lo que decía. El asunto es que es un recurso simple ese de bueno, para echarle picante le metemos una muerte de alguien cercano... como son hombres, ¿qué es lo más fácil? ¡Que la ligue su novia! O algo así. Como lo que imaginabas leyendo Hellblazer, es como lo más fácil identificarse con el dolor si es de alguien a quien recién vimos locamente enamorado de una chica "eres todo para mí, oh sí".
ResponderEliminarDillon berreta.