viernes, 12 de marzo de 2010

DIEZ SUPER-HÉROES FAVORITOS JAMÁS parte dos

8 - CATWOMAN



Selina Kyle no es lo que se puede decir exactamente una super-heroína, pero ya a esta altura el nombre de la lista es un auténtico despropósito. ¿No puedo poner por ejemplo a Darkseid? No es que quiera ponerlo, ¿pero y si pudiera? Qué difíciles son los títulos.

Catwoman -o Gatúbela- fue creada en 1940 por Bill Finger y Bob Kane. Eso quiere decir, amigos, que el personaje tiene ya 70 años. ¿Increíble, no? Qué suerte tienen los inmortales personajes de historietas. Aunque claro, por otro lado, tienen que entregar sus hijas en adopción, y lidiar con una hermana torturada hasta la locura, obligada a masticarse los ojos de su marido, por un villano que todo lo que quiere hacer es molestarlos. Digamos que tienen un alto precio a pagar por su inmortalidad.

Aunque claro que al mismo tiempo también mantienen siempre una figura de supermodelo, pueden esquivar balas, saltan desde grandes alturas y sin razón aparente salen ilesos, y tienen sexo con Batman.

Una vez Canario Negro le robó un besazo a Batman. Cuando lo comentó con su amiga la Cazadora, le dijo: "Fue como besar al director de la escuela después de que me castigara quedándome después de clase".

Me estoy yendo por las ramas.



Catwoman. El único personaje del universo Batman al que Batman le importa un pito. No quiere ser aceptada, ni admirada por él. Primero, porque es demasiado mujer como para andar necesitando la aprobación del "director de la escuela". Segundo, porque sabe perfectamente que a Batman se le cae la baba por ella.

Selina empezó como una típica ladronzuela de guante blanco, tan de moda en la ficción de los Estados Unidos de esa época. En los 60`s -después de un hiato por culpa del excesivo recelo censor sobre las historietas- recuperó su lugar de Femme Fatal definitiva, aunque con una personalidad caricaturesca, a tono con la hiper-popular serie televisiva del momento. En los 80, de manos de Frank Miller, y como no podía ser de otra manera, fue reinventada como una prostituta que se libera de su cafisho y sale a la calle disfrazada de gata para robar, cuando lo necesitase o hubiera cosas que pedían a gritos ser robadas, y un poco después, para defender su barrio de ladronzuelos, asesinos, violadores y villanos disfrazados.

Esta es la versión de Selina Kyle que más me gusta, la que Brubaker escribe al principio de su última y ya defunta serie. La dueña a veces inalcanzable del corazón del Bati-Dios. La anti-heroína que tira más hacia lo heróico que lo anti.



El guionista Will Pfeiffer -que hace mucho no consigue trabajo, pobre- tomó las riendas de la vida de Catwoman y la llevó por unos caminos sinuosos y ambibalentes que no dejaban de ser interesantes. ¿Se hizo realmente buena, o Zatanna le lavó la mente para que no fuera más villana? ¿Fueron sus decisiones realmente suyas? Luego estuvo ese asunto de tener una hija, a la que llamó Helena, y de la que tuvo que desprenderse, porque sólo los Cuatro Fantásticos tienen permiso para ser padres y super-héroes a la vez. Y finalmente, el tiro en la frente que le pega a la Máscara Negra, en venganza por lo que éste -horrible- personaje hizo con su hermana.

Y he aquí el punto en el que creo que Catwoman es superior a Batman. Batman es un hipócrita, un niño rico fachista que utiliza el trauma de la muerte de sus padres hace como treinta años atrás, para dar rienda suelta a su psicopatía violenta y su inmenso trastorno neurótico. Selina, que también está loca, claro, ningún super-héroe sin poderes puede no estar loco de algún modo, no pretende ser una chica buena, al tiempo que tortura personas para forzar confesiones. Ella hace lo que le parece que tiene que hacer para conseguir lo que le parece que tiene que conseguir. A veces, se trata de evitar que otras personas resulten heridas. Otras, se trata de dañar a personas que ella cree se lo merecen. Y a veces, se trata solamente de volarle la cabeza a alguien que realmente odia. Y a pesar de esta forma de ver la realidad, Selina Kyle mató una sola vez. Todo sea dicho, igual que Batman, que no hace mucho terminó con la vida de Darkseid de un disparo mágico en el corazón. A Catwoman nadie le puede criticar nada, pues no pretende mantener ningún código moral supuestamente inamovible, pero en la realidad ridículamente flexible. Ahí donde Batman debe recriminarse en secreto una y mil veces sus contradicciones, Catwoman tiene la conciencia tranquila.


¿Estoy empezando a hablar de ellos como si fueran personas reales? ¿Hola, doctor Sanchez?

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